La estatua del Dragón de Oro permanece oculta en un reino pequeño y misterioso, enclavado en la cordillera del Himalaya. Y según cuenta la leyenda, este magnífico objeto, un poderoso instrumento de adivinación incrustado de piedras preciosas, preserva la tranquilidad de estas tierras. Una paz que ahora, por la codicia en el alma de los hombres, puede verse perturbada.
Prométeme que serás mía, Silvie Anderson
Hace 9 años
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